• Petates. Y cojines. Lo que se vaya sumando.
• Juegos. Didácticos. De todo tipo, forma, color y movimiento.
• Instrumentos. Musicales. Percusión y guitarra.
• Cuentos. Escuchar, leer e interpretar.
• Videos. Educativos. Con un estímulo determinado.
• Películas. Positivas. Con opiniones, debates y representaciones.
• Exploraciones. Caminatas, bicicleteadas, acampadas. Programadas con tiempo.
Siempre comenzando cada actividad con un círculo nivelador (de ruidos, actitudes, hábitos). Basado precisamente el Método no Directivo.
Atención personalizada, con informes semanales por escrito y pláticas o entrevistas cuando sea necesario.